Habitualmente se suelen preparar los viajes con suficiente antelación, sobre todo por el ahorro sustancial que pueden suponer las reservas anticipadas. Cuanto más lejos y más días se prolongue la estancia, más tiempo de preparación se necesita.
El avión, el alojamiento, el guía turístico… Todo puede quedar fijado varios meses antes de partir. Aun así, no es extraño que puedan surgir imprevistos durante ese periodo de tiempo que requieran cancelar un viaje. Un motivo indiscutible es el sometimiento a una intervención quirúrgica que no estaba planificada. Sin embargo, las agencias de viajes, aerolíneas o compañías hoteleras no siempre ponen fácil la cancelación. Lo mejor es conocer la normativa de cada empresa y armarse de paciencia para seguir los pasos establecidos.
¿Se puede cancelar un viaje ya pagado?
La respuesta es sí, aunque solo en teoría, porque en la práctica muchas empresas del sector viajes incluyen en la letra pequeña que no garantizan una devolución económica en caso de cancelación. Algunas se comprometen a guardar el billete o la reserva para más adelante o a canjear el pago por otros productos o servicios.
Generalmente, si tenías un viaje contratado mediante una agencia de viajes, el reembolso suele ser más fácil, ya que están obligadas a realizarlo. Eso sí, debes tener en cuenta que se puede cancelar un viaje ya pagado en una agencia siempre que sea por motivos de fuerza mayor como: conflicto político en el país de destino, climatología muy adversa o causas médicas personales, entre otros.
Si vas a ser sometido a una operación en una fecha que coincide con los días en los que tenías planeado el viaje, debes presentar la solicitud de cancelación por escrito acompañada del certificado correspondiente que justifique la intervención.
La cancelación de vuelos y reservas en hoteles
Cancelar un viaje contratado en una aerolínea suele ser algo más complicado, ya que depende de la tarifa que hayas adquirido. A menudo las tarifas flexibles que contemplan la cancelación son más caras, y a menos que tengas dudas sobre la posibilidad de viajar, no suelen contratase. Además, la gran mayoría de las aerolíneas siempre se quedan con un mínimo en concepto de gastos de gestión, incluso con una tarifa flexible.
La parte correspondiente a los impuestos es a lo único que podrías agarrarte, ya que al no haber disfrutado del servicio, las empresas de vuelo no están obligadas a abonar este importe al Estado, por lo que estás en tu derecho de reclamar. Lo que ocurre es que, a veces, esta cantidad equivale aproximadamente a los gastos de gestión, por lo que no merece la pena.
Siempre que necesites cancelar un vuelo, lo mejor es contar con un seguro de asistencia en viaje que te respalda si necesitas suspender un viaje en caso de intervención quirúrgica entre otros motivos. Un agente de Occident puede resolver todas tus dudas, solo tienes que ponerte en contacto con el más cercano e iniciar los trámites para contratar la póliza, con la seguridad de que se adaptará completamente a tus necesidades.
Si has reservado un hotel por tu cuenta, la cancelación suele ser más sencilla, aunque el proceso puede variar de unos hoteles a otros. La fianza y la política de reservas también pueden ser distintas según cada caso.
Por ejemplo, en algunos hoteles puedes cancelar una reserva con tan solo un día de antelación sin haber abonado absolutamente nada. Sin embargo, la mayoría suelen requerir una notificación escrita al menos 15 días antes para devolver la cantidad completa junto con la fianza. A menudo, la cantidad que se reembolsa suele ser menor a medida que se aproxima la fecha de la reserva.
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