Ventajas y desventajas de la sanidad pública y privada

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ventajas y desventajas de la sanidad pública

A lo largo de nuestra vida, todos tenemos situaciones en las que necesitamos recurrir a la sanidad. Incluso desde antes de nacer estamos en manos de profesionales de la salud, que se aseguran de que la madre y el niño se encuentren en buenas condiciones.

En España, todos los ciudadanos tienen derecho a acceder a la sanidad pública, cuyo sistema tiene fama de ser uno de los mejores del mundo. Aunque cada vez más personas prefieren recurrir a la sanidad privada, en parte por el aumento del poder adquisitivo y por la facilidad de acceso a un seguro sanitario cuya oferta es cada vez mayor.

Ante este doble escenario, en este artículo queremos hablar de las principales ventajas y desventajas de la sanidad pública y la privada, para que si quieres puedas escoger entre ambas opciones en función de tus necesidades y situación personal, o no escoger y combinar ambas.

Ventajas y desventajas de la sanidad pública

Como hemos comentado al principio, el sistema público español tiene un alto reconocimiento internacional y aparece en los puestos más altos de varias listas de análisis. Aunque aún tiene margen de mejora en algunos aspectos.

Ventajas de la sanidad pública

La principal ventaja de la sanidad pública es que se trata de un sistema universal y accesible para todas las personas, sin importar su nivel de ingresos.

Otro de los puntos fuertes es que cuenta con una mayor inversión en equipamiento e investigación, por lo que en los casos más complejos los hospitales públicos suelen ser los que más avances consiguen.

También destaca a la hora de tratar enfermedades crónicas que requieren de una asistencia continuada, incluso de por vida. De hecho, en algunos de estos casos la sanidad privada deriva a sus pacientes a un centro público.

Desventajas de la sanidad pública

En el lado menos amable cabe destacar la lista de espera en sanidad pública: su talón de Aquiles. El sistema suele estar saturado y la demanda supera la capacidad operativa de este, haciendo que la lista de espera para operaciones en la Seguridad Social sea sensiblemente mayor que en la sanidad privada. Las listas de espera de sanidad por comunidades varían tanto por territorios como por especialidades.

Otra de las desventajas de la sanidad pública es que para pedir cita con un especialista, primero se tiene que consultar con el médico de cabecera. Este se encargará de derivar el caso al especialista que corresponda, aunque para muchos este filtro solo retrasa la posibilidad de recibir un diagnóstico y tratamiento cuanto antes.

En caso de hospitalización, la sanidad pública obliga a compartir habitación y cuarto de baño con otro paciente en la mayor parte de los casos. Esto resta privacidad e incomoda a menudo a quienes están ingresados, sobre todo si su dolencia es delicada.

Ventajas y desventajas de la sanidad privada

La oferta privada en materia de salud en España ha aumentado de forma considerable, tanto en número de centros como en maneras de acceder a esta opción. Al igual que sucede con la pública, la sanidad privada tiene sus puntos fuertes y otros que no los son tanto.

Ventajas de la sanidad privada

A diferencia de lo que ocurre con la lista de espera de la sanidad pública, la sanidad privada es más rápida por lo que prácticamente no hay que esperar. Además, no hay que pedir cita previa al médico de cabecera para que un especialista pase consulta, lo que también reduce los tiempos para identificar los síntomas de la enfermedad.

Si se tiene que pasar por un ingreso, la sanidad privada suele ofrecer habitaciones individuales, además de la posibilidad de que un acompañante también pueda contar con una cama en la que descansar si pasa la noche allí.

Por tanto, las ventajas de la sanidad privada destacan sobre todo por un mayor grado de comodidad, tanto en las esperas como en la asistencia.

Desventajas de la sanidad privada

Por otro lado, uno de los aspectos menos positivos de la sanidad privada es que muchos de sus servicios tienen copago, lo que implica que, además de la cuota mensual, en ocasiones haya que pagar algo más, dependiendo de las condiciones de la póliza de salud que se tenga contratada. Por tanto, puede que haya consultas, pruebas o intervenciones que tengan un coste adicional, bien completo o una parte.

También es importante destacar que en caso de una enfermedad grave o que requiera tratamiento continuado, la sanidad privada no la cubre porque los costes son demasiado elevados para afrontarlos.

Además, si existe alguna patología previa, es probable que no se pueda acceder a un seguro privado de salud.

¿Pública o privada? ¿Qué tipo de sanidad elegir?

Una vez analizadas las principales ventajas y desventajas de la sanidad pública y la privada, la decisión de cuál elegir es una cuestión personal, que se debe analizar en función de varios factores. Tanto la salud de los miembros de la familia como la economía determinarán lo que más te conviene en cada caso, y decidir qué hacer.

También cabe la posibilidad de escoger una opción combinada, contratando un seguro privado para determinadas especialidades y recurriendo a la sanidad pública para otras. Algo que se están planteando algunos usuarios en función de su previsión.

En cualquier caso, ambas opciones tienen un objetivo común, que no es otro que el de velar por el bienestar de los pacientes y hacer todo lo posible por tratar cualquier problema de salud que pueda surgir.

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