Durante los meses de verano hace más calor, y es natural que busquemos formas de refrescarnos con alguna bebida. Pero muchas bebidas industriales tienen demasiado azúcar o gas, por lo que consumirlas en exceso no es recomendable. ¿Qué tal si las cambiamos por bebidas refrescantes caseras?
En este post vamos a ver cómo preparar refrescos caseros, saludables y aptos para que cualquiera, incluso los pequeños de la casa, se refresquen este verano cuidando de la salud.
¿Por qué nos gustan los refrescos en verano?
La razón por las que en verano nos apetece tomar más refrescos es evidente. Con el aumento del calor, la sensación de sed es más frecuente, y por tanto nuestro cuerpo nos pide que bebamos más. Si a esto le añadimos sabores dulces y el efecto refrescante que produce el gas de muchos de estos refrescos, tenemos una tentación a la que es difícil resistirse.
Esto nos sucede a todos, pero en especial a los niños, porque los sabores dulces les encantan. Aunque un vistazo a la tabla nutricional o el nutriscore puede indicar que no es lo más recomendable, al menos de forma habitual.
Por ello, buscar alternativas o incluso preparar tu propia bebida isotónica casera es una buena idea.
Bebidas refrescantes caseras, ¿sabes cómo hacerlas?
Como verás a continuación, preparar refrescos caseros no es muy difícil. Solo necesitas unos cuantos ingredientes y no más de 10 minutos. Si quieres probar, echa un vistazo a estas recetas de refrescos saludables:
Refresco de jengibre casero
Para elaborar esta bebida solo necesitas un trozo de jengibre fresco y unas hojas de stevia. Pela el jengibre y ponlo a cocer en un litro de agua con las hojas de stevia.
Cuando haya hervido 5 minutos, cuélalo y deja enfriar. Puedes darle un toque aún más fresco con un poco de zumo de limón en el momento de servir.
Refresco de limón casero
La limonada es una de las bebidas refrescantes caseras más conocidas, y no necesitas más que unos limones, agua y el edulcorante que más te guste. Exprime los limones, mezcla con medio litro de agua y añade un poco de stevia o algún endulzante.
Y si quieres hacer un refresco de limón con burbujas, solo tienes que cambiar la mitad del agua por agua con gas. ¡Chispeante!
Refresco de naranja casero
Si en lugar de limonada prefieres las bebidas caseras con sabor a naranja, sustituye los limones por unas naranjas. No necesitarás edulcorante, sobre todo si las naranjas son bastante dulces, aunque puedes añadirle un poco o incluso un palo de canela, que le dará un toque exótico. Si tienes problemas de gases, usa solo agua mineral, sin gas.
Refresco de sandía casero
Corta en trozos una sandía, mejor si no tiene pepitas, y pásala por la batidora. Cuela el contenido y aprieta para que no se desperdicie nada. Si ves que está muy espeso, puedes añadir un poco de agua. No necesitas nada más para estas bebidas refrescantes sanas.
¿Cuál es el refresco más sano?
Cualquiera de estas bebidas refrescantes caseras son una excelente alternativa a los refrescos comerciales. Aunque hay una bebida que es sin duda la más saludable, refrescante y que te ayuda a combatir el calor del verano: el agua.
No hay refresco mejor que este, aunque puedes darle un toque de sabor con cualquiera de las opciones que te hemos enseñado a hacer.