La menopausia es un proceso biológico natural en las mujeres, que suele aparecer a partir de los 45 años, o un poco más adelante. Sin embargo, algunas veces puede llegar antes de los 40, en cuyo caso se conoce como menopausia precoz o menopausia prematura.
Algunas mujeres padecen problemas de salud cuando tienen síntomas de menopausia precoz, por lo que es fundamental conocer en qué consiste y determinar si es necesario recibir tratamiento para reducir sus efectos.
Menopausia precoz: síntomas iniciales
Los primeros síntomas de la menopausia precoz son muy parecidos a los de la menopausia normal, y suele empezar con un período irregular, que algunas veces se confunde con otras alteraciones como la premenopausia o la endometriosis. No obstante, hablamos de menopausia cuando el período no ha aparecido durante un año.
La menopausia precoz en sus síntomas iniciales también suele provocar sofocos, cambios de ánimo sin motivo aparente, fatiga o insomnio. La intensidad de estos varía de una mujer a otra, por lo que algunos apenas se notarán mientras que otros pueden ser bastante fuertes.
Los motivos por los que aparece la menopausia prematura son muy diversos, aunque la posibilidad de que se produzca aumenta si hay antecedentes familiares. También pueden provocarla ciertos tratamientos contra el cáncer o cuando se tienen que extirpar los ovarios por motivos de salud. Además, fumar también hace que llegue a temprana edad la menopausia precoz.
Tratamiento en la menopausia precoz
Cuando se han identificado los síntomas de la menopausia precoz, el ginecólogo determinará si hace falta recibir un tratamiento.
Lo habitual para la menopausia precoz es el tratamiento hormonal, que trata de evitar los problemas debido a que el cuerpo no produce las hormonas que necesita y se producen algunos problemas, de los que hablaremos más adelante. Lo normal es que se aplique el tratamiento hasta los 50 años más o menos, pero es muy importante que sea el profesional el que determine el tratamiento porque hay ciertos efectos secundarios ligados a este.
Si se detectan los síntomas de la menopausia precoz en una fase inicial, es probable que se puedan reducir sus efectos con pautas como un cambio de dieta para aumentar los estrógenos o hacer ejercicio.
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Consecuencias de la menopausia precoz
Los síntomas de la menopausia precoz provocan consecuencias parecidas a las que produce la menopausia a edades habituales. Aunque también hay otros riesgos, como:
- Problemas óseos y cardíacos debido a que se pierden de forma prematura los estrógenos, que ayudan al organismo a luchar contra la osteoporosis y otras enfermedades, y las mujeres viven durante más tiempo sin estas defensas.
- Menopausia con síntomas más intensos de lo habitual cuando llega a la edad normal.
- Alteraciones emocionales como épocas de tristeza o episodios depresivos debido a los cambios corporales y la pérdida de fertilidad de una mujer.
Estas consecuencias pueden ser muy profundas, por lo que es esencial que un médico especializado haga un seguimiento y diagnóstico adecuado para paliar sus efectos.
Más frecuente de lo que parece
Lo cierto es que hay muchas mujeres que sufren a temprana edad menopausia precoz. Se calcula que 5 de cada 100 sufren menopausia antes de la edad habitual, sin tener en cuenta los motivos que hemos comentado al inicio y que pueden aumentar la incidencia.
Es importante hacerse revisiones periódicas y seguir las recomendaciones del ginecólogo cuando se note algún síntoma que haga pensar que puede surgir algún problema de salud, tanto la menopausia prematura como cualquier otro.
