Cyberflashing: un peligroso hábito de acoso en redes sociales cada vez más común en adolescentes

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El uso de Internet para mantener el contacto con amigos, familiares y conocidos se ha convertido en algo muy común. Las redes sociales son cada vez más populares entre usuarios de todas las edades, pero también pueden ser un peligro si se les da un mal uso. Esto es lo que pasa con el cyberflashing, un tipo de acoso en redes sociales que consiste en enviar fotos íntimas a otra persona sin haberlas pedido.

Este problema es aún más grave en el caso de los adolescentes. ¿Cómo les afecta, y qué puedes hacer para protegerlos de estos peligros dentro y fuera de tu hogar?

¿Cómo se perfila la personalidad de un adolescente ante este tipo de actos?

Aunque en principio se podría considerar un simple error en el envío, es evidente que si alguien recibe fotografías explícitas de forma repetitiva, no lo hace sin querer. El objetivo de esta práctica es excitar a quien recibe esas fotos íntimas, y en el caso de los adolescentes esto supone un problema porque marca la personalidad a una edad temprana grabando en sus mentes imágenes que no deberían haber visto.

Quienes se acostumbran a recibir estas imágenes moldean su personalidad orientándola a un sexismo extremo, desequilibrando los conceptos y llevando a los adolescentes a actuar de forma irresponsable y por consiguiente, aumentando el riesgo de acoso en redes sociales.

¿Cuál es el límite? De la seguridad al acoso en redes sociales

Para lanzar un ataque de cyberflashing, o acoso en redes sociales, un acosador se vale de alguna vulnerabilidad en redes sociales, como aceptar todas las notificaciones que se reciben, aunque procedan de personas que no son contactos.

En otros casos el peligro procede de aplicaciones para ligar, cuyo uso es cada vez más frecuente entre menores de edad. Este tipo de redes suelen ser bastante abiertas debido a que su objetivo es encontrar contactos y enviar fotografías. El problema es que algunos aprovechan estos medios para mandar imágenes de sus órganos genitales, buscando que la persona que las recibe haga lo mismo o incluso acepte quedar en persona para un encuentro físico.

Una de las soluciones es bloquearlo todo o impedir que los adolescentes utilicen las redes sociales. No obstante, en un mundo dominado por la tecnología es poco práctico y casi imposible. Lo mejor es prestar atención a qué personas forman parte del círculo social, limitar las notificaciones a estos y asegurarse también de que los amigos son de verdad quienes dicen ser y no alguien que les haya robado la identidad.

En cualquier caso no se puede aceptar este tipo de conducta bajo ninguna circunstancia. Se trata de un tipo de acoso sexual, y como tal, al menor indicio de que está ocurriendo se debe denunciar. El problema es que en la mayoría de ocasiones no se sabe quién envía las fotos íntimas.

En algunos países el cyberflashing se considera un delito, y algunas redes sociales están aplicando filtros para evitar el envío no solicitado de este tipo de imágenes.

Aprende a aplicar los filtros de seguridad y protege a tu familia del cyberflashing

Por desgracia, situaciones como esta son cada vez más comunes, y aunque todos podemos vernos afectados, la generación millennial, y sobre todo la generación Z, son las que pueden tener más problemas. Por eso, es normal que muchos padres quieran poner coto a estos peligros.

Si no sabes muy bien cómo frenar el cyberflashing y otros riesgos en el mundo digital, el seguro de hogar de Occident cuenta con coberturas que te pueden ayudar, como el servicio de asistencia informática. Te podemos guiar a la hora de aplicar control parental en redes, aplicar cortafuegos o limitar el uso de los dispositivos.

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