Todos alguna vez hemos dejado a un lado una tarea, y luego hemos tenido que correr para cumplir con el plazo. Sin embargo, cuando esto se convierte en una costumbre puede ser un problema con nombre propio: procrastinación.
¿Qué es procrastinar? ¿Cuál es el efecto que tiene en nuestra salud? Y lo más importante, ¿cómo dejar de procrastinar? Estas y otras cuestiones relacionadas son las que abordaremos en este artículo.
Recuerda que si crees que lo tuyo puede tratarse de un problema de salud, con tu seguro de hogar tienes orientación médica telefónica.
Cuál es el significado de procrastinación
Si nos remitimos al latín, la procrastinación significa dejar para mañana. Seguro que te recuerda el famoso refrán español “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Se refiere justo a procrastinar, aunque en realidad no es algo voluntario. De hecho, también puede tener origen de una palabra griega que sugiere que se hace algo contrario a nuestra mentalidad.
Existen varios tipos de procrastinación. Por ejemplo, el que lo va dejando porque no se siente motivado para hacer algo, el que lo necesita porque considera que solo así puede dar lo mejor de sí mismo o el que es tan perfeccionista que se pierde en los detalles.
¿Influye en nuestra salud psicológica?
Lo cierto es que procrastinar puede tener un efecto negativo y llegar a causar problemas emocionales o psicológicos, incluso derivar en algo físico. Sobre todo cuando no somos conscientes de por qué procrastinamos, pero vemos que se nos ha ido el tiempo, podemos sufrir episodios de estrés y ansiedad, baja autoestima o incluso depresión.
Esta es, sin duda, una de las razones por las que es importante dejar de procrastinar. Pero ¿cómo hacerlo?
Consejos para dejar de procrastinar
Si tienes claro que no postergas las cosas de forma voluntaria ni logras una mayor productividad cuando lo haces, es fundamental dejar de procrastinar. Incluso si consigues resultados positivos, puedes conseguirlo sin tener que dejarlo todo para el último minuto.
Con estos 5 pasos verás cómo dejar de procrastinar te ayuda en todos los sentidos:
- Identifica lo que te lleva a hacerlo. Revisa en qué cosas pierdes el tiempo cuando estás procrastinando, y actúa en consecuencia. Por ejemplo, si notas que empiezas respondiendo un mensaje y al final pasas una hora navegando por Internet con el móvil, necesitas reaccionar.
- Dedica unos minutos a planificar la jornada. A menudo se van dejando cosas aparcadas porque no hay un plan específico para hacerlas. Si al comienzo de la jornada, o al final de la anterior, preparas un horario con lo que tienes que hacer, lo que necesitas para lograrlo y algún pequeño premio por lograrlo, verás cómo avanzas mucho más rápido.
- Céntrate en una tarea a la vez. A menudo tratamos de hacer varias cosas en el mismo tiempo, y lo único que conseguimos es no acabar ninguna. Es normal, porque el ser humano no está preparado para la multitarea. Por eso, céntrate en una labor y sigue hasta que la hayas terminado.
- Divide las tareas grandes en otras más pequeñas. Algunas veces el problema es que lo que tenemos que hacer es un proyecto grande, y no sabemos muy bien por dónde empezar. Si organizas la tarea en otras más pequeñas, puedes ir avanzando e incluso te servirá como incentivo para continuar la labor.
- No te culpes. Si a pesar de todo acabas procrastinando, no te castigues. Solo harás que tus niveles de estrés aumenten y te perjudicarás. Aunque tampoco debes ser condescendiente y excusarte. Retoma el control y vuelve a hacer las cosas como debes.
Se puede dejar de procrastinar
Estos consejos para no procrastinar no siempre son fáciles de seguir. Sobre todo cuando llevas años haciendo las cosas de esta manera. Sin embargo, conseguirlo tiene un efecto positivo en la productividad, y es fundamental tanto si trabajas por tu cuenta como si lo haces para otros. Recuerda: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
