La curiosidad de nuestras mascotas les puede llevar a mordisquear plantas e incluso a ingerirlas. El problema de este juego aparentemente inocente es que puede conducir al envenenamiento. Efectivamente, existen una serie de plantas venenosas para gatos y perros que debemos mantener fuera de su alcance. En este post te informaremos de las más peligrosas y te indicaremos qué hacer en caso de intoxicación del animal. Te adelantamos que si cuentas con un seguro de mascotas lo mejor es que avises a tu compañía para que un profesional intervenga cuanto antes.
Recuerda que, en caso de que tengas contratado el seguro de mascotas de Occident podrás disfrutar de un servicio de orientación veterinaria telefónico
Plantas tóxicas y venenosas perjudiciales para los perros
El cuidado de nuestros perros incluye vigilar que no entren en contacto con determinadas plantas que podemos tener en casa pero que también podemos encontrar en el exterior. Estas son algunas de las plantas tóxicas para perros con las que debes ser especialmente precavido:
Narciso de otoño
Su nombre científico es colchicum autumnale y también es conocida como mataperros, haciendo referencia a sus peligrosos efectos para estos animales. El narciso de otoño se encuentra entre las plantas más venenosas para los perros, pudiendo causar vómitos severos, problemas hepáticos y renales, así como insuficiencia respiratoria.
Azalea
La azalea o rhododendron es una planta que nos puede alegrar con unas bellas flores en primavera. Pero no debemos dejarnos engañar por su apariencia porque si tu perro ingiere tan solo unas pocas hojas podría sufrir vómitos y diarrea. Y, en caso de no haber recibido atención veterinaria, tu mascota podría entrar en coma y, finalmente, morir.
Ciclamen
El nombre científico para esta planta es cyclamen y también es conocida como pan de puerco. El mayor peligro de esta planta se encuentra en las raíces, donde se encuentra la toxicidad más alta para los perros. Si las ingieren podrían sufrir vómitos severos e incluso la muerte.
Plantas venenosas y tóxicas que pueden afectar a la salud de los gatos
En este apartado veremos algunas de las plantas más tóxicas para los gatos. Su salud puede verse seriamente comprometida si llegara a ingerir alguna de las siguientes:
Plantas navideñas
Hay que tener especial cuidado con el acebo y el muérdago en Navidad. Conocidos de forma científica como el illes aquifolium y el viscum album, respectivamente, pueden causar en tu gato molestias gastrointestinales graves. Además, el muérdago además podría ocasionar problemas para respirar que podrían derivar en un resultado fatídico.
Lirio
El lirio o lilium es una de las plantas más comunes y, sin embargo, es muy venenosa para los gatos, sobre todo las flores. Entre sus efectos más perjudiciales destaca la insuficiencia renal aguda para los felinos aunque también puede producir vómitos, tialismo, anorexia y depresión.
Aloe vera
La planta de aloe vera o aloe barbadensis miller está presente en gran cantidad de hogares pero puede suponer un gran peligro si tu gato la ingiere. Sus efectos son muy variados entre los felinos, pudiendo sufrir problemas en la piel, en las mucosas, así como vómitos, diarrea y dolor en el vientre. Además, el pulso débil de un gato puede ser un indicador de la ingesta de esta planta. Por último, puede ocasionar conjuntivitis tras el contacto con sus ojos.
¿Qué hacer si tu perro o gato ha ingerido estas plantas?
El consejo principal que debes seguir si tu mascota ha ingerido alguna planta tóxica es acudir al veterinario en la mayor brevedad posible. Por otra parte, podemos proporcionarle los primeros auxilios que necesita en casa. Si estamos seguros de que el malestar del animal se ha producido por el envenenamiento de una planta, podemos evitar que empeore si conseguimos que la expulse, aunque en caso de duda es mejor consultar con un profesional:
- Una forma de provocarle el vómito a tu perro o gato es mediante una cucharada de agua con sal suministrada con una jeringuilla en la boca.
- Además, podemos dar a nuestra mascota algunos remedios para hacer que evacúe la planta a través de las heces: leche con aceite, pan tostado o carbón activado.
Mientras que llega el veterinario o llevamos al animal a la clínica, deberíamos procurarle el mayor descanso posible. Por ejemplo, podemos ofrecerle un cojín cómodo para que se acueste junto a un recipiente de agua fresca por si quiere beber.
Las “malas hierbas” lejos y el veterinario cerca
Tal como hemos indicado, podemos tener plantas en casa que podrían envenenar a nuestro perro o gato. Por tanto, debemos vigilar que estén en un lugar inaccesible para el animal, especialmente si se trata de alguna que pueda resultar tóxica para él. En caso de desconocerlo, te aconsejamos que lo consultes con el veterinario, antes de permitir que se acerque a tus macetas. Además, el papel del veterinario es esencial en caso de que el envenenamiento ya se haya producido. Él será quien determine cuál será el mejor tratamiento a seguir.