- El desperdicio de alimentos es uno de los problemas más graves de la producción alimentaria actual.
- El exceso de producción deriva en dos problemas: la pérdida y el desperdicio de alimentos.
- Se calcula que el desperdicio habrá crecido en un tercio al llegar a 2030, mientras que una de cada diez personas padece desnutrición y un cuarto de la población sufre sobrepeso.
Cada año se pierde o se desperdicia más de una tercera parte de los alimentos producidos en el mundo. El desperdicio de alimentos es uno de los problemas más graves de la producción alimentaria actual: su presencia no sólo afecta a la economía y al abastecimiento de la sociedad, sino que también tiene graves consecuencias para el cambio climático. Por ese motivo, es importante hacer un esfuerzo conjunto para averiguar cómo evitar el desperdicio de alimentos.
Afortunadamente, los gobiernos y las organizaciones internacionales han desarrollado una serie de estrategias de aprovechamiento alimentario para combatir este problema. Para ayudarte a velar por el medio ambiente, te explicamos en qué consiste el desperdicio de alimentos y repasamos las medidas de aprovechamiento para paliar sus efectos.
¿A qué nos referimos con la pérdida y desperdicio alimentario?
Para producir alimentos, es necesario emplear los recursos naturales que nos ofrece el planeta. Sin embargo, el desperdicio de alimentos revela que nuestra relación con el planeta es muy poco eficiente: nuestra dieta y producción alimentaria está desequilibrada por un exceso de alimentos procesados, carne y pescado, mientras que las frutas y verduras se consumen en menor cantidad de la necesaria.
El exceso de producción deriva en dos problemas: la pérdida y el desperdicio de alimentos. Nos referimos a “pérdida alimentaria” cuando la comida que se produce no llega a comerse, sino que se pierde durante la fase de almacenamiento y procesamiento. En cambio, el desperdicio alimentario indica el malgasto de alimentos durante su distribución y su consumo, ya sea porque no se compra o porque se tira en los hogares.
Un 25% de comida en el mundo no se consume
Eso significa que un 25% de comida en el mundo no se consume, equivalente a unas 50 toneladas de alimentos por segundo. Además, se calcula que el desperdicio habrá crecido en un tercio al llegar a 2030, mientras que una de cada diez personas padece desnutrición y un cuarto de la población sufre sobrepeso.
Impacto ambiental del desperdicio de alimentos
Pero las consecuencias del desperdicio alimentario no sólo nos afectan a nosotros. La industria alimentaria emite alrededor de un tercio de los gases de efecto invernadero que provocan la crisis climática, mientras que sólo el desperdicio es responsable de un 10% de esos mismos gases.
El impacto ambiental del desperdicio de alimentos implica un uso excesivo de la energía y los recursos naturales del planeta. Como es lógico, el uso poco sostenible del medio ambiente también afecta a la biodiversidad de la fauna y flora, alterando su hábitat natural. Por ese motivo, es fundamental reducir al mínimo la pérdida alimentaria y encontrar formas más sostenibles de organizar la cadena alimentaria.
Ley sobre el desperdicio de alimentos en España
Como respuesta al problema, el gobierno ha aprobado recientemente un proyecto de ley sobre desperdicio de alimentos. La Ley sobre Pérdidas y Desperdicio Alimentario debería entrar en vigor el próximo enero de 2023, y constituirá la primera norma española destinada a solucionar los problemas relacionados con el desperdicio de alimentos.
La ley se dirige a todos los profesionales y empresas de la cadena alimentaria. Les obligará a tener un plan de prevención de pérdidas para evitar el desperdicio, con multas de entre 2.000 y 500.000 euros para quienes infrinjan la normativa. El aprovechamiento de los alimentos y materias primas seguirá la siguiente cadena jerárquica:
- Consumo: Los productos consumibles que no se hayan vendido deberán donarse a organizaciones sin ánimo de lucro.
- Transformación: Si ha pasado su fecha de consumo preferente, los alimentos que todavía puedan consumirse deberán convertirse en otros productos, como la mermelada o los zumos.
- Animales: Si los ingredientes no pueden consumirse, se destinarán a la producción de pienso para animales.
- Subproductos: Si los alimentos no pueden destinarse a la alimentación humana o animal, deberán reutilizarse como parte de la producción de otra industria.
- Reciclado: Los residuos se destinarán a la creación de combustibles o compost.
Cómo evitar el desperdicio alimentario ¡Apuesta por el aprovechamiento!
La ley de desperdicio de alimentos forma parte de una estrategia global para evitar el daño medioambiental en cada fase de la producción alimentaria. Pero las soluciones no se limitan al cambio en la normativa legal: para evitar el desperdicio alimentario, todos debemos hacer un esfuerzo conjunto y realizar cambios tanto en la producción como en nuestros propios hábitos alimentarios.
Por supuesto, la parte más importante del aprovechamiento alimentario pasa por el cambio en la industria. El avance en la tecnología permitirá a las empresas utilizar dispositivos de detección precoz para prevenir el deterioro de los cultivos, y robots de cosecha para aprovechar al máximo la recogida de frutos. También en el sector de almacenamiento es importante aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar la conservación de los alimentos, y estimular el uso de embalajes sostenibles como el vidrio o el cartón.
Pero sobre todo debe haber cambios en las relaciones entre la industria alimentaria y los ciudadanos. Para evitar el desperdicio en la distribución, debe haber más puntos de contacto entre el vendedor y el consumidor:
- Aprovechamiento de las sobras: en sectores como la hostelería, debe darse a los clientes los alimentos que no se hayan consumido.
- Reutilización de productos imperfectos: supermercados y otros establecimientos ya habilitan secciones en las que se venden alimentos con descuento por tener algún problema estético que no afecte a su calidad.
- Alimentos de temporada: Para dar salida a la producción ecológica de frutas y verduras, se establecen secciones en las que se promuevan los productos de temporada.
- Lucha contra la caducidad: también debería promoverse la compra de alimentos que estén cerca de su fecha de consumo preferente para evitar su pérdida.
Aun así, cierta cantidad de desperdicio es inevitable, por lo que todos estos cambios deben estar apoyados por una política de reciclaje y reutilización global. Por ejemplo, el upcycling es una de las claves de la economía circular, y consiste en aprovechar residuos para crear un alimento con el mismo valor que el original o superior.
El reciclaje de alimentos no sólo afecta a los productores, sino que nosotros mismos podemos integrarlo en nuestras estrategias de reciclaje en casa. Productos como la mermelada, el requesón o el orujo se basan precisamente en la reutilización de restos de comida, y debemos integrarlos en nuestros hábitos junto a otras técnicas de cocina de aprovechamiento.
Protege tus electrodomésticos para cuidar de tus alimentos
Aunque la pérdida y el desperdicio alimentario requieren de transformaciones muy importantes en la forma como producimos y distribuimos los alimentos, no debemos olvidar que el cambio en nuestros propios hábitos es un pilar del respeto al medio ambiente. Gran parte del desperdicio de alimentos se produce en el hogar, por lo que es muy recomendable hacer una lista de la compra adecuada a nuestras necesidades y conservar los alimentos en el mejor estado posible.
Para ello, es vital contar con electrodomésticos sostenibles que nos permitan ahorrar energía y dinero a final de mes, y tomar medidas para asegurarnos de que funcionan perfectamente. En ese sentido, recuerda que tu seguro de vivienda habitual de Occident te da acceso a profesionales para la reparación de tus electrodomésticos de línea blanca en caso de avería.