El aislamiento térmico de paredes sin obra es, probablemente, la opción más buscada por los propietarios de las viviendas a la hora de aislar térmicamente su hogar. En segundo lugar estaría el SATE (Sistema de aislamiento térmico por el exterior).
Y es que, la eficiencia energética que el aislamiento conlleva, además de favorecer el medio ambiente, trae consigo un importante ahorro para nuestra economía ya que implica un menor gasto de combustible a la hora de aclimatar nuestra casa.
IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, organismo dependiente del Ministerio de Energía, publica de manera regular un informe en el que se detalla el gasto de energía que realizamos los españoles en nuestros hogares.
En febrero de 2016, basándose en más de 9.000 entrevistas y 600 mediciones establecieron el gasto medio por habitante en 990€. Dos años atrás, la cifra fue de 800€. La calefacción representa, la mitad de esta cifra.
De ahí que calentar la casa en invierno – ya sea con gas o con electricidad – y enfriarla en verano juega un papel fundamental a la hora de computar el gasto total anual. Para reducirlo sin renunciar a nuestro confort, aislar térmicamente la vivienda va a ser la mejor solución. Y es que, por muchas medidas que adoptes para reducir tu consumo eléctrico, si tu hogar no está aislado térmicamente, no conseguirás el ahorro deseado.
Aislar térmicamente nuestra casa: la mejor manera ahorrar en calefacción, aire acondicionado y de cuidar el medioambiente
Desde Arquinea, estudio de arquitectura que nos ha prestado asesoramiento para la elaboración de este artículo, nos explican que la base del ahorro en climatización es un buen aislamiento. Pero se trata de algo más: “Aislar térmicamente una casa no solo implica una reducción en la factura del gas y la electricidad sino que permitirá que tu hogar también esté mejor aislado acústicamente (dependiendo del aislamiento que se coloque) y, además, favorecerá el medio ambiente”.
La energía, como todos sabemos, tiene un coste social. Es un bien escaso en la naturaleza, agotable y su uso indiscriminado produce impactos negativos en la salud medioambiental. Según IDAE, cada hogar es responsable de producir hasta 5 toneladas de CO2 anuales.
Dado que el uso de las energías de fuentes renovables todavía no está generalizado en nuestro país – en 2009 su consumo supuso tan solo un 9,3% del total – no cabe duda de que recurrir a un buen aislamiento térmico es la mejor opción para nuestro bolsillo y para el planeta.
Aislamiento térmico de paredes sin obra
Existe una forma de aislar térmicamente las paredes de casa sin necesidad de hacer obra.
Sin necesitar la aprobación de la comunidad de vecinos, podrás recurrir a un aislamiento térmico insuflado. El procedimiento de instalación es bastante sencillo. Bastará con realizar unos pequeños agujeros en la pared para que el operario puede inyectar el producto – normalmente compuesto de arena y vidrio reciclado aunque puedes recurrir a un aislamiento térmico con celulosa – que se irá expandiendo por la cámara de aire hasta cubrirla por totalidad disminuyendo así las fugas de calor. También nos brindará una protección acústica dependiendo del material insuflado
Sobra decir que una vez inyectado, conviene que vuelvas a pintar la pared para que los agujeros queden ocultos.
Elegir el mejor aislante térmico insuflado
En el mercado existen multitud de productos que se pueden inyectar. Conviene que pidas información sobre su composición y compruebes que no lleven ligantes, que son ignífugos, ecológicos, etc.
¿Cuál es el precio del aislamiento térmico insuflado?
Resulta prácticamente imposible establecer un precio medio ya que dependerá de los metros cuadrados de la vivienda así como de la cantidad de material empleado – aspecto que nos vendrá impuesto por el grosor de la cámara de aire – pero, en líneas generales, podemos hablar de unos 1.500-2.000€.
¿Es posible el aislamiento térmico sin obras cuando tus paredes no tienen cámaras de aire?
En caso de que no tengas cámaras de aire en tus paredes vas a necesitar una pequeña obra que supondría la pérdida de unos centímetros en tus estancias.
Se trata de instalar paneles de pladur u otro material similar en las paredes que den al exterior a una pequeña distancia de la pared formando así la cámara de aire necesaria para el aislamiento.
Aislar suelos, techos y ventanas
Aunque trabajando solo las paredes conseguiremos un aislamiento cuyos resultados tendrán reflejo en nuestra factura de luz y gas, si queremos conseguir un efecto aún más óptimo, deberemos aislar también el suelo y los techos de nuestra vivienda.
Para que te hagas una idea, el techo permite que el 25% del calor de tu vivienda se pierda mientras que el suelo puede suponer la pérdida de un 10%. Por otro lado, aunque en menor medida, las ventanas también son elementos sobre los que deberemos actual para conseguir una eficiencia energética óptima.
El método para hacerlo será bastante similar al que se aplica a las paredes. En el caso de los techos, deberemos recurrir a los techos falsos y rellenar el espacio resultante. Con los suelos, usaremos un material aislante sobre el que colocaremos una tarima flotante.
Las ventanas, en cambio, requieren de otra solución. La mejor, asegurarnos de que contamos con un sistema de doble cristal o doble ventana. El tipo de carpintería empleada en el marco también influirá. Así, la solución óptima pasa por colocar marcos de madera, metálicos o de PVC con rotura de puente térmico.
La mejor forma de aislar térmicamente tu hogar: SATE
La forma más eficaz y para lograr un aislamiento térmico óptimo y lograr la mejor calificación energética en tu edificio es mediante un sistema de aislamiento térmico por el exterior, denominado SATE por sus siglas.
“Instalando el aislamiento térmico por el exterior puedes elegir el espesor que sea más conveniente según las necesidades mientras que si insuflas la cámara es ésta la que te indica el espesor máximo de aislamiento que puedes alcanzar y que no siempre será el necesario. Además, al no ver la totalidad de la cámara, no se puede saber con exactitud si ésta se ha aislado completamente o si en su interior hay escombros que impidan el paso de aislamiento, cosa habitual. No conviene olvidar el riesgo de que se te produzcan condensaciones en aquellos puntos que no has aislado, pilares, forjados” nos explican en Arquinea.
En qué consiste el aislamiento mediante SATE o fachada ventilada
El SATE consiste en revestir la totalidad de la fachada exterior con un material aislante que, por sí solo, no resistiría los efectos de la intemperie. Por eso, se recubre con una malla y mortero a los que finalmente se les aplicará un acabado que consistirá en un revoco de color o bien piezas cerámicas. Como alternativa al SATE, el sistema de fachada ventilada permite aislar igualmente el edificio, y se diferencia del SATE en que se deja una cámara de aire para ventilar entre el aislamiento y el material de acabado, el cual puede ser de muchos tipos (cerámico, composite, etc.)
El precio del aislamiento térmico de paredes con SATE es mucho mayor que el insuflado – aunque puedes solicitar las ayudas de IDAE para rehabilitación energética-, requiere la instalación de andamios, la contratación de un arquitecto y, lógicamente la aprobación del proyecto por parte de toda la comunidad. A pesar de esto, es la opción más efectiva y la que, además, supondrá una mejora estética en el edificio, revalorizándolo.
Cuánto puedes llegar a ahorrar aislando térmicamente tu vivienda
Las certificaciones energéticas en las viviendas, obligatorias desde junio del 2013 a la hora de vender o alquilar una casa construida antes de 2007, van desde la A, la mejor posible, hasta la G.
Según el propio IDAE, una vivienda de 70 metros cuadrados con calificación energética E, la más común en nuestro país, tiene un gasto medio de 735€ en calefacción y refrigeración. Una B, en cambio, no alcanza los 300€ mientras que la G, la peor de todas, llevaría aparejados unos gastos de más de 1.500€.
A partir de aquí, solo te queda establecer un periodo de 20-30 años e imaginar en qué invertirías todo lo ahorrado.
Un consejo final de Occident, elijas la opción que elijas, sobre todo si es la SATE, sería recomendable contactar con tu agente de seguros y revisar los capitales del seguro de hogar para evitar caer en infraseguros y asegurarte que tu inversión sigue estando protegida en caso de un siniestro.