- El funcionamiento de un motor eléctrico es más simple que el de los motores de combustión, ya que obtienen la energía mediante interacciones electromagnéticas.
- ¿Los motores de coches eléctricos sufren más o menos averías que los coches de combustión?
- Los motores eléctricos para coches no son una novedad, aunque hasta hace muy poco tiempo no se han impulsado.
Cada día es más habitual ir caminando por la calle de una ciudad y encontrarte con un coche eléctrico. ¿Sabías que existen diferentes tipos de motores eléctricos, y que si estás pensando en hacerte con uno te interesa conocerlos?
En este artículo te vamos a explicar cómo funciona un motor eléctrico y cuáles son las averías más comunes que pueden aparecer en carretera. Contar con un servicio de asistencia, estés dónde estés es fundamental, por eso, desde Occident tienes el servicio de emergencia e-car, que permite la llamada automática a emergencias, para ayudarte si tienes algún problema en caso de colisión.
Teniendo en cuenta las partes, y funcionamiento, que forman parte de un motor eléctrico, se pueden distinguir en cuatro tipos.
Tipos de motores eléctricos para coche
Antes de meternos en materia, hablemos de cómo funciona un motor eléctrico. Lo cierto es que el funcionamiento es más simple que el de los motores de combustión, ya que los motores eléctricos obtienen la energía mediante interacciones electromagnéticas, y no por explosión como los motores que funcionan por combustible.
Los motores eléctricos tienen varias partes, además del motor en sí:
- Sistema regulador, formado por:
- Bloque electrónico de potencia.
- Inversor.
- Rectificador.
- Transformador.
- Controlador.
- Reductor de velocidad.
- Diferencial.
Todos estos elementos necesitan baterías. El controlador absorbe la energía para conducirla hacia el motor. Así, cuando presionas el acelerador, las resistencias se encargan de transmitir la señal al controlador, que calcula la cantidad de energía necesaria para que funcione el motor. Dependiendo de cuánto se pise el acelerador, el controlador gestionará los niveles de potencia necesarios, lo que produce un mayor o menor consumo de batería.
Dicho esto, podemos distinguir entre diferentes tipos de motores eléctricos, que pueden ser de Corriente Continua o funcionar por Corriente Alterna. Podemos dividir los motores eléctricos para coches en cuatro tipos:
Motor asíncrono o de inducción
La principal característica de este tipo de motores es que el rotor no gira a la misma velocidad que el campo magnético que genera el estator.
Este es el motor ideal si estás buscando un coste reducido, poco ruido o vibración y mucha fiabilidad con la máxima eficiencia.
Motor síncrono de imanes permanentes
Este tipo de motores eléctricos para coches ofrecen un alto rendimiento con peso y tamaño reducidos. Además, el control de velocidad es más fácil.
En este caso, la velocidad del rotor es constante y se corresponde con el campo magnético que produce el estator. Este tipo de motor puede ser de flujo radial o axial, dependiendo de dónde esté el campo magnético. Si es perpendicular al eje del giro, se trata de un motor de flujo radial, y es el más usado. Aunque la ventaja que tienen los motores de flujo axial es que se pueden integrar en la rueda del vehículo.
Motor síncrono de reluctancia conmutada o variable
Si prefieres robustez y un par motor alto, este es el tipo de motor eléctrico que estás buscando. También tiene un coste reducido, aunque la potencia no es su fuerte.
No necesita escobillas ni imanes permanentes, y la corriente se dirige a través de las bobinas creando un campo magnético giratorio. Los polos del rotor son atraídos por este campo y generan un par que alimenta el motor.
Motor sin escobillas de imanes permanentes
A diferencia de los otros tipos de motores eléctricos para coches, que funcionan por corriente alterna, este utiliza corriente continua. Es el motor que se suele emplear para coches híbridos, y funciona a través de imanes permanentes situados en el rotor, que se alimentan de forma secuencial de cada fase del estator.
Estos motores tienen un precio elevado y no demasiada potencia, pero a cambio ofrecen una alta robustez, nada de ruido y no requieren mantenimiento.
Averías típicas de los motores eléctricos para coche
Una de las preguntas más habituales cuando te planteas comprar un coche eléctrico es: ¿Sufren más o menos averías que los coches de combustión?
Esto es importante sobre todo cuando, poco a poco, el uso empieza a hacerse notar, como pasa también con los motores convencionales. Cada vez hay más talleres preparados para hacer las reparaciones, de modo que si sufres una avería en carretera será suficiente con avisar y que lo lleven al taller que hay más cerca.
Eso sí, al carecer de elementos como tubos de escape, correa de distribución o embrague, los motores eléctricos para coche sufren menos averías. Algunas de las más habituales son:
- Fallo en la toma de carga. A menudo, el sistema de bloqueo de la toma de carga, encargado de proteger el cable para que nadie lo robe, se rompe debido a que se nos cae o a que tiramos sin haberlo desenganchado, o por forzar la conexión del enchufe. Hacer esto puede averiar el sistema de carga e impedir que las baterías reciban la energía.
- Desgaste de la batería. Si en un coche de explosión la batería es importante, en todos los tipos de motores eléctricos para coches este elemento es fundamental, porque sin energía no se puede hacer nada. Una de las averías típicas de estos vehículos es que la batería haya llegado al final de su vida útil o su capacidad de carga se haya visto mermada. Es algo que, en circunstancias normales, ocurre cuando el coche tiene unos 10 o 15 años, aunque dependiendo del uso y el mantenimiento que hagas a la batería, puede acelerarse. Y cambiar las baterías de un coche eléctrico no es barato, por lo que interesa alargar su vida útil todo lo posible.
- Problemas con el filtro de partículas. Elemento esencial para los coches de 0 emisiones, este filtro se encarga de atrapar las partículas y desintegrarlas a alta temperatura cuando la centralita lo considera oportuno. Esto se produce elevando a más de 500 grados el filtro, que puede hacer que se produzcan averías en esta pieza. Para evitarlo, se debe revisar y cambiar por uno nuevo una vez al año o cuando se hayan recorrido 12.000 kilómetros.
Como ves, realizar un buen mantenimiento es fundamental para evitar las averías típicas en motores eléctricos. Y no solo en estos, sino en otros elementos indispensables para la circulación, como los neumáticos y los frenos, que tienen un desgaste mayor que el de los coches de combustión. No solo por el buen funcionamiento, sino por la seguridad al volante, debes asegurarte de que están en perfectas condiciones.
Cada vez más presentes
Los motores eléctricos para coches no son una novedad, aunque hasta hace muy poco tiempo no se han impulsado. Hoy, sobre todo debido a la preocupación por reducir las emisiones contaminantes, los vehículos eléctricos se imponen como la solución de movilidad que necesitamos. Por eso, cada vez más fabricantes lanzan sus propuestas, y es evidente que la tendencia seguirá en aumento, lo que hará que cada vez sea más raro sorprendernos al ver pasar un coche eléctrico por nuestras carreteras.
En cualquier caso, tanto si conduces un vehículo convencional como si te decides por los motores eléctricos para coches, es importante que cuentes con un buen seguro, que se ajuste a tus necesidades y pueda actuar cuando sufras una avería.
Contar con una garantía frente a cualquier tipo de daño o avería en los puntos de recarga, concretamente el de tu vivienda habitual, así cómo la vía para la conexión para la carga del vehículo, se convierte en algo fundamental. Asimismo, cuidar y mantener en perfecto estado la batería de tu coche también es otro factor importante, y que en caso de fallo también estés protegido. En Seguro Occident nos adaptamos a los nuevos tiempos, y el seguro para coche eléctrico es un ejemplo, y es que éste se caracteriza por las coberturas por daños en el cable y la estación de carga particular y en la asistencia por fallo de batería, entre otras.