Cuando visitamos al médico por un dolor de garganta, la mayoría de las veces es como consecuencia de un resfriado que no requiere tratamiento farmacológico para su curación. Las indicaciones suelen ser reposo y esperar el tiempo prudencial hasta que las defensas del organismo hagan su trabajo con el virus. Solo si hay sobreinfección bacteriana nos recetarán un antibiótico. En ambos casos, el malestar puede resultar bastante desagradable hasta que se cure por completo y los mismos profesionales suelen recomendar remedios caseros para la garganta como la mejor manera de aliviar el dolor. Te traemos en este post algunos consejos sencillos para disminuir las molestias de una manera muy natural.
Remedios naturales para la garganta que alivian el dolor
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Infusiones templadas
Tómate una infusión templada para hidratar y suavizar las vías respiratorias. Puedes elegir tu sabor favorito, pero sobre todo es recomendable la manzanilla por sus propiedades antiinflamatorias. El poleo-menta, el romero o el tomillo son especialmente beneficiosos si además tienes congestión nasal.
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Agua con limón
Beber mucho líquido es importante cuando se tiene dolor de garganta. El truco de exprimir un limón te aportará una dosis muy valiosa de vitamina C, puesto que gracias a sus beneficios medicinales ayudará en tu sistema inmunológico a luchar contra el virus. Además, produce una sensación de calma al ingerirlo.
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Leche con miel
La miel es uno de los remedios naturales para la garganta más populares. Este dulce aditivo tiene propiedades curativas increíbles más que demostradas. Te sugerimos su uso en vez del azúcar cuando estés pasando por una gripe o resfriado. La clásica taza de leche con miel antes de irte a dormir te ayudará a paliar el dolor y descansarás mucho mejor.
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Chupar un caramelo
Algo tan sencillo como chupar un caramelo te ayudará mucho a aliviar el dolor de garganta. Este gesto te hará salivar más. Lo ideal es hacer un caramelo casero, pero son igualmente válidos caramelos de menta, de eucaliptus o de regaliz. Prepararlo en casa es sencillo: calentando agua, azúcar, jugo exprimido de limón, miel, jengibre y clavo en un cazo sin parar de remover hasta conseguir un líquido espeso. Una vez frío podrás cortarlo en pequeñas porciones y tomar una de vez en cuando a lo largo del día.
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El poder de las gárgaras con bicarbonato o agua salada
Nuestro consejo estrella para este malestar es hacer gárgaras con bicarbonato. Gracias a este remedio notarás cómo el dolor desaparece casi al instante. Solo tienes que usar un vaso de agua y añadir una pizca de bicarbonato. Hacerlas con agua y sal aporta los mismos resultados si no acostumbras a tener bicarbonato en casa.
Si después de hacer gárgaras con cualquiera de las dos opciones notas sabor alcalino en la boca, no te preocupes, es normal. Acude a cualquiera de los remedios anteriores para sentirte bien y seguir protegiendo tu garganta.