Distingue entre el hambre emocional y el hambre física
Comemos porque tenemos hambre, pero pocas veces nos paramos a pensar en las causas de esta necesidad de comer. Conocer la diferencia entre el hambre emocional y la física nos permitirá dominar nuestras sensaciones y controlar lo que comemos. De esta manera, podremos tener una dieta más saludable.
Diferencia entre hambre emocional y física
Cuando hablamos de hambre física nos referimos a la necesidad de nuestro cuerpo de conseguir más nutrientes y energía. Es decir, es un acto reflejo normal de nuestro organismo.
Por su parte, el hambre emocional se relaciona con un estado de ánimo. Muchas personas reaccionan con ganas de comer cuando viven una situación de estrés y ansiedad.
El hambre emocional
Tenemos hambre emocional cuando padecemos ansiedad, ya sea por una situación personal o por el agobio que nos representa estar a dieta y no poder comer todo lo que nos apetece. El antojo por un determinado alimento es una característica importante del hambre emocional.
Otra causa habitual del hambre emocional es la presión por cuidar de nuestra figura en momentos determinados, como al acercarse las vacaciones, que puede acabar ocasionando un estrés innecesario en una persona.
También hay que tener en cuenta que vivimos en una sociedad en la que abunda la publicidad de productos alimenticios poco sanos, que se convierten en una verdadera tentación y que estimulan nuestra hambre emocional.
Hambre emocional en respuesta a nuestro estado de ánimo
Existen muchos casos de personas que padecen de hambre emocional relacionada con estados de ánimo negativos, como la tristeza o el nerviosismo. Incluso una situación concreta que nos resulte estresante puede hacer que intentemos compensarla con una recompensa rápida que proporcione una experiencia agradable a nuestro cuerpo y mente. Por lo tanto, el hambre emocional va muchas veces ligada a problemas emocionales de quien lo sufre.
Control del hambre emocional
Aprender a evitar que el hambre emocional domine nuestro día a día nos ayudará a tener una mejor calidad de vida, y a establecer unas pautas que nos permitan estar más sanos.
Practicar la alimentación consciente es otro consejo importante para que nos concienciemos de la necesidad de comer bien y no dejemos que las emociones dominen nuestra dieta.