Además de refrescante, la cerveza tiene otros beneficios sobre nuestra salud
Los ingredientes básicos de la cerveza son el lúpulo, la malta, el agua y el gas carbónico. Una combinación que r a priori puede parece tan sencilla es una de nuestras bebidas preferidas para nuestras sesiones de terraceo en verano. Además de refrescarnos y acompañarnos en un buen rato con los amigos, también merece la pena destacar los beneficios del consumo moderado de cerveza.
Las propiedades beneficiosas de la cerveza
La composición de esta bebida la convierte en una fuente de minerales y vitaminas que pueden resultar muy positivos para nuestra salud. Así, su alto nivel de silicio ayuda a fortalecer nuestros huesos y su alto contenido en agua hace que los riñones funcionen mejor. Además, el lúpulo previene la formación de cálculos renales.
¿Más ventajas? El consumo moderado de cerveza puede ayudar a aumentar el colesterol bueno de nuestro cuerpo, lo que previene problemas en nuestra salud cardiovascular y ayuda a que la sangre llegue correctamente al cerebro. Incluso se sabe que los bebedores moderados de cerveza tienen menos probabilidades de desarrollar una presión arterial alta, lo que protege aun más su corazón.
Igualmente, hay que destacar que la cerveza contiene vitamina B6, B12 y ácido fólico, tres elementos esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Incluso se ha demostrado que el bajo grado de alcohol de una cerveza aumenta la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a proteger contra la diabetes.
Además, si prefieres tomar cerveza sin alcohol o cerveza con limón, no pierde sus beneficios sobre nuestra salud.
En definitiva, un consumo moderado y racional de cerveza nos puede resultar muy beneficioso para el organismo, hasta el punto de permitirnos alargar nuestra vida un poco más. ¿Qué más le podemos pedir a esta bebida que nos ayuda a refrescarnos en verano?