Mucho se ha hablado últimamente, en distintos países del mundo, sobre una meta común de cara al futuro: alcanzar la plena seguridad jurídica para todos los individuos y familias de la sociedad. ¿Qué es la seguridad jurídica y cuáles son sus beneficios?
Seguridad Jurídica: ámbito general
Entender a nivel global qué es la seguridad jurídica es clave para entender su influencia a nivel familiar.
Todos los paises desarrollados asumen como obligatorio el cumplimiento de las normas jurídicas nacionales. En estos países, el Estado garantiza velar por la aplicación y cumplimiento de la normativa en cualquier aspecto que afecte a los ciudadanos. Eso es exactamente a lo que se refiere la expresión seguridad jurídica: es un principio de certeza para que los ciudadanos confien en que esas normas vigentes se van a cumplir en el país en cuestión.
Los paises en los que se respetan y se cumplen las normas son más proclives a las inversiones seguras (especialmente a largo plazo) y los emprendimientos comerciales productivos y capaces de generar riqueza y empleo a gran escala. Porque la seguridad jurídica está garantizada. Por el contrario, en los países considerados subdesarrollados, en los que no se tiene esta garantía, es más común que de forma continuada se modifiquen o se salten las reglas, que las inversiones sean a corto plazo o con un riesgo excesivo y que los emprendimientos comerciales sean escasos y no se genere riqueza a gran escala.
Seguridad jurídica: ¿Cómo se traslada a las familias?
Podemos comprobar que en un país desarrollado como el nuestro, la seguridad jurídica, recogida expresamente en el artículo 9.3 de la Constitución Española, permite que existan mecanismos de control para garantizar la seguridad de las personas. Las familias deben contar, en todo momento, con una garantía de sus derechos.
Asesoramiento jurídico y defensa legal personal, laboral y familiar
Las familias deben tener en todo momento asesoramiento jurídico, defensa legal de sus derechos y ante cualquier tipo de reclamación, tanto en el ámbito laboral (contratos, defensa de derechos laborales, acoso laboral o mobbing empresarial) como en el personal (acoso, bulling y otros derechos que atañen al ámbito familiar y personal).
Ámbito inmobiliario
La seguridad jurídica también debe incluir protección en el ámbito inmobiliario. Es importante contar con ella a la hora de revisar y redactar los contratos, reclamaciones y todo lo que incluya la protección integral del arrendador y del arrendatario. Así como si nuestra vivienda se ve afectada por incumplimientos en los servicios, daños causados por tercero y ocupación.
Ámbito financiero
Si existe seguridad jurídica, las familias pueden realizar inversiones de forma más segura, estable, a largo plazo y bajo el amparo y protección de las normas vigentes establecidas. Por tanto, contar con planes de ahorro y jubilación duraderos, con todas las garantías, y establecer una planificación de las finanzas familiares a largo plazo. De no ser así, las familias pueden ven mermadas sus posibilidades de producir riqueza, de generar ahorros y, en definitiva, de aumentar su calidad de vida.
Principio de certeza
Si no existe la seguridad jurídica en un país, ésto se refleja en los ciudadanos de la sociedad que lo componen; las familias carecen de garantías y ven quebrantado este principio de certeza, por lo que sus posibilidades de seguridad personal y familiar son escasas o nulas.
Para garantizar al máximo la seguridad jurídica en las familias, no sólo es suficiente que haya normas establecidas y un Estado capaz de gestionarlas. Cualquier familia requiere de ella en cualquier momento en el que sienta que sus derechos se ven vulnerados. En este sentido, es conveniente la ayuda de los mejores profesionales para el asesoramiento jurídico necesario y la defensa legal de los derechos, como la que os puede brindar a ti y a tu familia un seguro de protección jurídica que te preste protección integral a ti y a los tuyos.