Los seguros de vida no solo benefician a nuestros herederos en nuestro fallecimiento. Estos productos aseguradores nos permiten sacar una mínima rentabilidad para nuestros ahorros a largo plazo.
¿Qué son los seguros de vida ahorro?
Los seguros de vida ahorro combinan la protección del usuario ante su fallecimiento y la posibilidad de dar una rentabilidad a los ahorros acumulados, que además tienen una tributación fiscal ventajosa.
Muchas personas optan por estos seguros de vida como método de ahorro con el objetivo de disponer de una renta adicional una vez hayan llegado a la jubilación. Por lo tanto, es importante conocer la rentabilidad que tiene el seguro por el que optamos, y si encaja en nuestras necesidades económicas.
Los seguros de vida ahorro con rentabilidad garantizada son idóneos para las personas de una cierta edad, que quieren asegurar sus ahorros y obtener a la vez beneficios, aunque no sean excesivamente altos. Es decir, son los más recomendables para las personas con un perfil de ahorro conservador.
Si por edad no tenemos que preocuparnos por correr un cierto riesgo inversor, podemos optar por otros productos de seguro vida ahorro con una mayor rentabilidad. Lo más habitual es que en este caso nuestros beneficios dependan de las fluctuaciones de los fondos de inversión asociados a nuestro seguro.
Tips a valorar
Además de la rentabilidad, a la hora de elegir un seguro de vida ahorro para invertir debemos tener en cuenta otros factores.
La limitación de aportaciones anuales es un factor a tener en cuenta para aquellas personas con una gran capacidad de ahorro. En cambio, son perfectos para los pequeños ahorradores.
De igual modo, debemos tener en cuenta el método de recuperación de las aportaciones hechas establecido en cada seguro de vida ahorro. En algunos casos se puede cobrar en forma de capital íntegro, mientras que otros seguros también nos ofrecen la posibilidad de recibir una renta vitalicia.
Valorando toda esta información, podremos escoger cuál es el seguro de vida ahorro que mejor encaja con nuestras necesidades económicas y con nuestro perfil de inversor.
