Elementos clave en el diseño de una habitación

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Diseña tu dormitorio con estos trucos y se convertirá en  tu habitación preferida

Todo apasionado del  diseño de interiores sabe de antemano que para decorar una habitación se debe cumplir con tres requisitos fundamentales: que sea funcional, que exprese un estado de ánimo y que  irradie armonía. Su equilibrio logra crear salas bonitas, que reflejan comodidad y provocan ganas de estar.

En este artículo nos centraremos en conseguir resaltar y compensar estas tres directrices en una de las habitaciones más importantes de cualquier hogar: el dormitorio. Es el lugar donde relajarse y dormir; por lo tanto debe ser agradable y luminoso durante el día, y silencioso y apacible durante la noche.

Esta sala debe aprovecharse al máximo y ser lo más espaciosa posible: no debe recargarse en exceso puesto que es un lugar de descanso.  Los muebles deben escogerse con esmero y cuidado, prescindiendo de grandes elementos que consuman innecesariamente gran parte del espacio.

La cama debe componerse de una base firme y rígida, de un colchón adaptado a las necesidades específicas del cuerpo, de una almohada cómoda, preferentemente baja y de ropa de cama suave, en satén, o hilo fino.

El dormitorio debe proveerse de una buena calefacción para las épocas de frío y de una buena ventilación para las estaciones de calor: la temperatura influye directamente en la calidad del sueño.

Además es importante que esta habitación esté provista de elementos que auguren un aislamiento acústico eficiente: las telas, cortinas, y alfombras son elementos decorativos que silencian el espacio.

La iluminación debe ser suave, no debe deslumbrar, y es preferible utilizar una luz indirecta o difusa como lustro central.

Tal y como dicta la filosofía Feng Shui en la decoración, además de preservar un orden, el dormitorio debe reflejar la personalidad de su inquilino. Esto debe darse tanto en el estilo de sus muebles, pertenencias y otros objetos, como en el color de las paredes, la intensidad de la iluminación y el tipo de disposición, entre otros .

Todos estos elementos conforman un clima que debe estar en acuerdo con el tipo de personalidad de quién duerme en este espacio privado: es un momento íntimo, esencial y fundamental en nuestra vida diaria.

Por ello y para finalizar, la articulación de un dormitorio funcional debe reflejar una armonía que se  acomode  a los deseos, gustos y necesidades,  y a la personalidad y forma de ser de su huésped: debe ser coherente y plácido  para la persona que duerma en él.

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